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21 Feb Los aranceles y algo más II
Lic. Ángel Ponce Correa (Economista y Docente de Licenciaturas del Sistema Incorporado UNAM de UNICEPES)
En mi comentario anterior, mencioné, que los aranceles son impuestos o tributos al comercio de bienes y servicios, entre dos países y que, la mayoría de las veces, aplican a las compras o importaciones y, en casos específicos a las exportaciones. También señalé, que pueden ser para efectos recaudatorios (Necesidad de aumentar la disponibilidad de ingresos ordinarios), para protección de la planta productiva del país o bien, para nivelar la Balanza Comercial con el país al que se apliquen. En otros casos, constituyen la respuesta a una decisión unilateral del país que los impone. En esta ocasión trataré de explicar a quién, cómo y en qué medida afectan, tanto al país que los aplica (Importador) como al país al que se le imponen (Exportador).
En el país importador, tanto el consumidor final, como los intermediarios se verán afectados. El consumidor, tendrá que pagar un precio mayor o reducir la cantidad demandada del bien o servicio de referencia u optar por bienes alternativos. El intermediario optará por reducir su margen de utilidad y trasladar solo una parte del incremento ocasionado por el arancel, al consumidor o bien, aceptar la disminución de las ventas del mismo y, con ello, ver reducida, también su utilidad. Por su parte, el gobierno, al reducirse el consumo, obtendrá menores impuestos al mismo, por ejemplo, el IVA o algunos impuestos especiales.
En el país exportador, las primeras afectadas serán las empresas exportadoras, en tanto que sus productos registrarán incrementos, en la medida del arancel aplicado (Los aranceles pueden ser Ad Valorem, es decir de acuerdo al valor de la mercancía; Específicos, por unidad; o Mixtos, combinación de ambos). Al verse afectadas las empresas por reducción de sus ventas, sus proveedores y, en general, la cadena de suministros, sus correspondientes trabajadores, registrarán afectaciones. La consecuente reducción en el consumo incidirá en una disminución en la captación impositiva. Si las exportaciones son parte importante en la generación del PIB, los riesgos pueden ser muy graves y propiciar o acelerar las fases del ciclo económico denominadas, “Recesión” y “Depresión”.
En tales condiciones, de muy alta complejidad, creo que la manera como se debe enfrentar una situación como ésta tiene que ser, abordándola con políticas públicas multidisciplinares, legales, políticas, diplomáticas y económicas con perspectivas de corto y mediano plazo y, estas últimas, con políticas públicas que vean hacia adentro (Fortalecer el mercado interno, la innovación e investigación tecnológica, entre otras) y hacia afuera (Diversificar el destino de las exportaciones. Acuerdos y tratados de libre comercio, etc.). Las de mediano plazo están ya consideradas en el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 y en el Plan México. Las de corto, deberán instrumentarse con la participación y el consenso de los actores económicos, políticos y sociales, a partir de un gran esfuerzo de unidad nacional, no demagógica y al margen de las diferencias que existen ahora.