Representantes de organismos de educación superior en México dialogaron sobre los desafíos curriculares para las universidades, particularmente en el contexto de la pandemia. Esto, en el marco de primer Congreso Iberoamericano sobre Investigación Educativa del Siglo XXI: retos y desafíos desde la pandemia.

Este panel fue encabezado por el Dr. Eduardo Gómez Ramírez, quien es presidente del Consejo Mexicano de Estudios de Posgrado (COMEPO) y por el Dr. Pedro Rocha, presidente del Comité de Educación Virtual y a Distancia de la Red Temática Mexicana para el Desarrollo e Incorporación de Tecnología Educativa (Red LaTE México). Además, fue moderado por la Dra. María Laura Ortiz Hernández.

Eduardo Gómez señaló, es su primera intervención, que los posgrados han crecido en México significativamente en los últimos años. Incluso, abundó que esta tendencia se mantendrá a futuro. Por ello, el reto es diseñar planes de estudios no para la situación actual, sino para la futura.

Respecto a la incorporación de la tecnología en la educación, puntualizó que no se trata solo de cambiar el salón de clases por la cámara. Tenemos que trabajar más en la parte de absorción tecnológica y que la tecnología realmente se aproveche.

Es necesario tener un espacio para asimilar y analizar la forma en que estamos adoptando esta tendencia. Obviamente la tecnología nos implica aprovechar y utilizar tanto la realidad virtual, la realidad aumentada y la realidad, es una realidad que integra las sensaciones, no solamente la parte auditiva y visual.

Otro elemento que es muy importante como tendencia mundial, es que ya desde el 2019 se habla de la necesidad de que las instituciones trabajen más en el desarrollo de habilidades blandas. Todo el tema de pensamiento complejo, crítico, creativo, toda la parte de manejo del personal, del trabajo en equipo, inteligencia emocional y toma de decisiones.

Toda la parte de la formación online genera una necesidad de tener mayor infraestructura y también nos damos cuenta que cuando competimos en el espacio en línea, competimos a nivel internacional, entonces los criterios de calidad también cambian.

Es necesario que las instituciones trabajen más en una planeación y proyección, considerando estos escenarios no tanto en las acreditadoras, sino en estos documentos, prospectivas que las mismas acreditadoras utilizan para tener una visión de largo plazo y tener elementos para los planes curriculares que sean más innovadores.

“Tenemos que pensar en programas que formen para la vida, que nos formen para una profesión, porque es lo que requiere nuestro país y nuestro mundo y nos van a ir demandando con más énfasis nuestros estudiantes, tenemos que pensar también en cómo el posgrado va a incluir educación continua de largo plazo sea la educación para toda la vida.”

Pedro Rocha señaló que en la actualidad nos encontramos en la Cuarta Revolución y que la formación académica universitaria debe ser congruente con este contexto y el paradigma del diseño instruccional también debe estar alineado a esta situación.

Debemos tener en cuenta que los negocios hoy están más basados en internet y que el 65% de los niños que están estudiando estarán aprendiendo nuevas habilidades y en nuevas carreras. Esto lo ejemplificó en que hay un número de empleos actuales que ya se ven amenazados con desaparecer. Incluso que, existen profesiones que están siendo sustituidas por la Inteligencia Artificial.

“También tendríamos que estarnos cuestionando cuál de nuestra oferta educativa tiene impacto de alguna forma y cómo también mirar hacia las nuevas profesiones como científico de datos, community manager, vigilante online, diseñador de experiencias de realidad virtual.”

Explicó que en el marco de la industria 4.0 también podríamos hablar de una Educación 4.0 caracterizada por aprendizaje a la medida o personalizado, evaluación formativa, sistemas tutores inteligentes, materiales personalizados, analítica de aprendizaje y capacitación continua de profesores.

También refirió a que las características del aula es que sea multimodal. Que la escuela sea con ambientes físicos y virtuales, con nuevos paradigmas educativos, con otro tipo de materiales didácticos como el metaverso.

Pedro Rocha concluyó que esta Escuela 4.0 exige una serie de competencias genéricas como el pensamiento crítico y orientado a resolver problemas; la colaboración y el liderazgo por influencia; agilidad y adaptabilidad; capacidad de comunicación oral, escrita y audiovisual; iniciativa y emprendimiento; capacidad de evaluar y analizar la información; curiosidad e imaginación.